Tratamiento con Plasma Rico en Factores de Crecimiento
Índice
Tratamientos ecoguiados con plasma rico en factores de crecimiento. Os contamos qué son, sus ventajas e inconvenientes, las patologías indicadas para su aplicación y mucho mas, en este artículo.
¿Qué es el Plasma Rico en Factores de Crecimiento?.
El tratamiento ecoguiado con Plasma Rico en Factores de Crecimiento es uno de los tratamientos estrella en las Terapias Regenerativas, junto con el Tratamiento con Células Madre.
Cuando un tejido recibe una agresión o sufre un daño, se ponen en marcha mecanismos de autodefensa que integran la reparación tisular, y que tienen como objetivo restaurar la integridad del tejido lesionado para restablecer la función de la región dañada.
Un gran número de complicaciones médicas y quirúrgicas se deben a mecanismos de reparación insuficientes o defectuosos. Conseguir una reparación rápida y eficaz que permita integrar al paciente a su vida normal, es el objetivo de estas terapias biológicas.
Los factores de crecimiento (FC) son proteínas que regulan los procesos clave de la reparación tisular y que ejercen diversos efectos sobre el crecimiento celular, metabolismo, locomoción, contractilidad y diferenciación celular, que son esenciales para la reparación de los tejidos. Son secretados por muchos tipos celulares como una función basal o de respuesta a un desafío, pero, sobre todo, lo son por las plaquetas. Hay al menos 7 tipos diferentes de factores de crecimiento, cada uno tiene una acción concreta.
Las plaquetas (células que taponan las heridas evitando el sangrado) que invaden con prontitud las regiones adyacentes a un tejido lesionado, son ricas portadoras de factores de crecimiento. Estos son liberados desde unos pequeños gránulos que hay en su interior, y se convierten así en potentes iniciadores de la cascada de acontecimientos que dirigen a la curación, difundiéndose rápidamente desde el lugar de la lesión. Son células cuya vida media es corta, alrededor de 7 días.
El plasma es la porción líquida de la sangre. Es el medio en el que flotan las células sanguíneas, además de otras sustancias tanto orgánicas como inorgánicas. El peso del plasma de una persona de 70 kg, es de unos 3,5 kg.
VÍDEO: TRATAMIENTO CON PLASMA RICO EN FACTORES DE CRECIMIENTO PARA LA ROTURA DEL TIBIAL POSTERIOR
Obtención del Plasma Rico en Factores de Crecimiento PRP.
Se realiza una extracción de sangre al paciente, similar a la que se requiere para una analítica normal. Lo habitual es el llenado de 4 tubos de 8 ml, pero dependiendo de las localizaciones que haya que infiltrar, se pueden llegar a usar hasta 8 tubos en un solo proceso.
A continuación, se realiza la fase de plasmaféresis, es decir, se colocan los tubos de sangre extraída en una centrifugadora, que será la encargada de separar las células sanguíneas. Las células rojas y blancas son más grandes y pesadas que las plaquetas, por eso, una vez finalizado el proceso de centrifugado, las plaquetas, de color amarillo, quedan arriba, y el resto queda en el fondo del tubo. La cantidad de plaquetas obtenida puede llegar a ser 60 veces superior a la que hay normalmente en el torrente circulatorio.
La parte más cercana al borde del tubo, es pobre en factores de crecimiento, y la más enriquecida es la que queda en el límite entre las plaquetas y la zona roja. Es por eso por lo que, de forma meticulosa, hay que aspirar la parte más enriquecida, desechando la más pobre.
Una vez aspirada la parte más rica, se deben activar las plaquetas añadiendo cloruro cálcico. Éste actúa como un gatillo, poniendo en marcha el proceso reparador.
Se infiltra en la región a tratar. El 70% de los factores, se activan en el lugar de la inyección a los 10 minutos. El 100% lo hará cumplida la primera hora. A los 7 días aún se puede apreciar capacidad de reparación en el lecho infiltrado.
VÍDEO: TRATAMIENTO CON PLASMA RICO EN FACTORES DE CRECIMIENTO PARA LA FASCITIS BILATERAL
Indicaciones de Tratamiento con Plasma Rico en Factores de Crecimiento.
La administración de plasma rico en factores de crecimiento, obtenido mediante un sencillo procesamiento de una pequeña cantidad de sangre extraída al paciente, tiene múltiples indicaciones en diferentes especialidades. Las fracturas; las heridas; las úlceras diabéticas, por decúbito ó vasculares; roturas tendinosas, lesiones musculares…son indicaciones ampliamente documentadas en múltiples publicaciones científicas en las que se avala el papel positivo de los factores de crecimiento para estimular la reparación y acelerar los procesos que culminan con la curación del tejido lesionado. Sobre todo si estas enfermedades comprometen la reparación (diabetes, inmunodepresión, envejecimiento…) es mayor su eficacia.
El mayor efecto del tratamiento ecoguiado con plasma rico en factores de crecimiento se logra cuando se ha infiltrado dentro de las primeras 48 horas tras la producción de la lesión. Entre las principales indicaciones, en nuestra especialidad, se enumeran:
Las tendinitis crónicas por su capacidad para revertir en determinadas situaciones los fenómenos inflamatorios locales e indirectamente el dolor. Entre las más frecuentemente tratadas y con mayor tasa de buenos resultados, la tendinitis de Aquiles, la fascitis plantar y la epicondilitis. Su capacidad para revertir en determinadas situaciones los fenómenos inflamatorios locales e indirectamente el dolor.
Lesiones musculares ya que aceleran el proceso de cicatrización y reparación del tejido muscular. Se ha demostrado que la reaparición de un deportista puede acortarse entre 5 y 7 días, además de prevenir futuras roturas y experimentar menor dolor.
Lesiones articulares degenerativas: es la indicación con menor evidencia científica; hay estudios que demuestran un alivio del dolor y una mejora de la función articular. Han mostrado resultados esperanzadores en virtud a la facultad de los factores de crecimiento en estimular la síntesis de tejidos, desde el cartílago articular lesionado y la membrana sinovial que tapiza internamente la cápsula articular. El mecanismo de reparación parece ser el bloqueo de los mediadores de la inflamación asociados a la artrosis y que provoca el dolor, el derrame articular y la pérdida de movilidad. Sin embargo el médico ha de informar que estas terapias no han demostrado capacidad para regenerar los daños anatómicos de la articulación lesionada.
Puntos gatillo del dolor en enfermedades como la fibromialgia o síndrome miofascial, donde hay dolores musculares generalizados. Se produce un alivio de la sintomatología dolorosa aunque el mecanismo de actuación no se conoce.
Las fracturas: ayudan a aumentar la consolidación del hueso fracturado.
Necrosis bilateral con colapso de la cabeza femoral y artrosis. Las células madre no regeneran los tejidos una vez que estos han perdido su forma o anatomía, como en la artrosis. En estos casos la artroplastia es la solución.
Pseudoartrosis atróficas de huesos largos
Apoyo para la consolidación del injerto óseo.
VÍDEO: TRATAMIENTO CON PLASMA RICO EN FACTORES DE CRECIMIENTO EN LA CADERA
Otros Tratamientos
– Prótesis de Rodilla
¿Qué es la Prótesis de Rodilla?
La cirugía protésica en traumatología se refiere a sustituir o reemplazar una articulación dañada por una articulación artificial de metal y otros materiales que va a hacer la función de la articulación. Esta nueva rodilla artificial se diseña para imitar todas las características que tiene la rodilla nativa, por lo que va a permitir el movimiento previo, va a estabilizar la articulación al igual que hacían los ligamentos y va a ser capaz de transmitir el peso corporal en las actividades del día a día. La principal diferencia con la rodilla nativa es que carece de sensibilidad, por lo cual, el dolor derivado del desgaste articular desaparece. Tanto es así, que la cirugía protésica de rodilla y cadera son uno de los mayores avances en la medicina del siglo XX en la calidad de vida ajustada a los años de vida. Puesto que cada vez vivimos mas, la mejora en la duración y resultados de las prótesis articulares permiten a muchos pacientes llevar una vida activa e independiente, a pesar de haber padecido una artrosis que ha destruido su r
¿Cuándo decidimos poner una prótesis de Rodilla?
La prótesis es el último recurso para tratar los daños del cartílago de la rodilla cuando todo lo demás ha fracasado. Si comparamos el aparato locomotor con una máquina compuesta de piezas que cuidamos, lubricamos y reparamos, la prótesis vendría a ser cambiar una pieza gastada por una nueva, cuando esa pieza ya no puede repararse. En el caso de la rodilla, la principal causa que las daña de manera irreversible y las lleva a necesitar una prótesis es la artrosis de rodilla. Esta enfermedad afecta a 1 de cada 5 personas en España, siendo mas frecuente cuantos mas años tenemos. Si a esto sumamos que cada vez vivimos mas, lo previsible es que a pesar de las mejoras en los tratamientos y los hábitos de vida, la artrosis aumente en las próximas décadas.
Las articulaciones a las que mas frecuentemente afecta la artrosis son las rodillas y las caderas, siendo las prótesis que mas frecuentemente ponemos. En el caso de la rodilla, entre los años 2002 y 2014 se les ha implantado una prótesis de rodilla a 1 de cada 1000 personas en España. Lo esperable con el aumento de la esperanza de vida es que esta cifra aún aumente mas en las próximas décadas.
¿Existen prótesis de todas la articulaciones?
Si bien no existen prótesis para todas, sí que cada día se desarrollan nuevos modelos para distintas articulaciones. Existen prótesis para múltiples articulaciones como el hombro, el codo o la muñeca en el miembro superior y la cadera, la rodilla y el tobillo en los inferiores. Existen incluso prótesis para las articulaciones en los dedos y la columna cervical, si bien la gran mayoría de prótesis que ponemos son de rodilla y de cadera. Por lo tanto a partir de ahora son las prótesis a las que me voy a referir.
¿Cuánto dura una Prótesis de Rodilla?
Seguro que habéis oído que las prótesis de rodilla duran 15 o 20 años, sin embargo esto no es del todo cierto. La causa de que una prótesis se desgaste, es que siempre deben incorporar un material de deslizamiento, sobre el cual se produce la fricción durante el movimiento de los huesos. Ese material en la prótesis de rodilla es un componente plástico, el polietileno que intenta imitar la propiedades mecánicas del cartílago. Es precisamente el polietileno el que se desgasta liberando micro-partículas que son engullidas por las células defensivas del cuerpo. Estas células, además de “comerse” esas partículas pueden crecer y atacar al hueso y otros tejidos con lo que se puede aflojar la prótesis; “enfermedad de partículas”.
Todos lo modelos de prótesis de rodilla, las parciales de sólo un compartimento (unicompartimentales), las totales y las de revisión o constreñidas incorporan ese material. Afortunadamente la ciencia de materiales ha mejorado en los últimos años, y el polietileno que utilizamos hoy en día es mucho mas resistente que el de hace 10 años. Es por ello que deberemos esperar otros 15 años para ver cuanto duran las prótesis de hoy en día y para entonces probablemente haya habido nuevas mejoras en los diseños y los materiales. Los últimos registros nacionales de prótesis de rodilla (hay 11 en el mundo) muestran un porcentaje de recambio de prótesis a 10 años del 5%, lo que probablemente será aún menor con las prótesis actuales, pudiendo durar 25-30 años en la mayor parte de los casos.
Prótesis de rodilla, ¿cómo es la Operación?
La prótesis de rodilla la realizamos entre dos o tres traumatólogos y su duración habitual es entorno a una hora y media. La intervención se realiza utilizando un torniquete neumático para evitar la pérdida de sangre. El tipo de anestesia mas habitual es la raquídea, es decir, dormir las piernas con una infiltración en la espalda + una sedación para asegurar el confort del paciente durante la intervención. Utilizamos antibióticos por sistema y se reserva sangre compatible por si se necesitase durante los días de recuperación (menos de un 5% de los casos).
En función de la parte de la rodilla dañada, se utilizan distintos modelos protésicos, que sustituyen de menos a mas:
– Prótesis unicompartimental de Rodilla:
Sustituimos únicamente una de las dos partes de la articulación entre el fémur y la tibia; habitualmente la medial. Los candidatos para este intervención deben tener unos ligamentos íntegros, así como el resto del cartílago de la rodilla en buen estado. La recuperación de esta intervención es mas rápida que en la prótesis total de rodilla con una incisión menor, de unos 10 centímetros.
En el siguiente video podéis ver la intervención y recuperación de una prótesis Unicompartimental de Rodilla. Se trata de una paciente de 55 años, con un desgaste del compartimento medial pero conservando muy bien el resto de estructuras de la rodilla
– Prótesis total de rodilla:
Este es el modelo de prótesis al que nos referimos habitualmente cuando hablamos de prótesis de rodilla y que es con mucha diferencia el modelo que mas ponemos. Durante la intervención se sustituye todo el cartílago del fémur y la tibia y además corregimos el eje de la pierna y la función de los ligamentos dañados.
– Prótesis constreñida o de revisión
Estos modelos de prótesis los reservamos para los casos mas complejos en los que el paciente carece de ligamento íntegros o para los casos en que tenemos que recambiar una prótesis ya implantada por fallo o desgaste. Es una cirugía algo mas agresiva, pero su recuperación es similar a la prótesis total de rodilla.
Todos estos modelos pueden unirse al hueso de dos maneras; o bien directamente fusionarse el metal al hueso (las aleaciones metálicas están recubiertas de poros por los que crece el hueso) o bien utilizando un cemento especial para fijarlos. Habitualmente utilizamos cemento para asegurar una fijación mas segura, o sistemas híbridos, en los que cementamos el componente de la tibia y utilizamos fijación metal-hueso para el fémur.
Prótesis de rodilla, ¿Cómo es la recuperación y los resultados?
Se puede comenzar despacio a caminar el segundo o tercer día, utilizando al principio unas muletas o un andador para dar los primero pasos por la habitación y los pasillos de la clínica. A partir del 4º día la distancia que recorren los pacientes con las muletas es mucho mayor pudiendo dar incluso pequeños paseos incluyendo subir y bajar escaleras. En estos primeros 5 días, la rehabilitación comienza en la propia cama de hospitalización con ayuda de una maquina que mueve la rodilla. Esta máquina que llamamos artromotor o Kinetec nos va a permitir aumentar progresivamente los grados de flexión y extensión.
El ingreso medio dura alrededor de 5-6 días y el paciente va para casa aún con las grapas, teniendo que realizar curas con un antiséptico como el Betadine cada 3 días. Solemos prescribir fisioterapia para recuperar la amplitud de los movimientos y facilitar la reanudación de la marcha, aunque muchos pacientes mejoran con su propio esfuerzo bajo las indicaciones que les damos los traumatólogos. La primera muleta se suele soltar hacia la tercera semana después de la cirugía y la segunda entre la 4º semana y la 6º. Normalmente la persona operada puede volver a trabajar al cabo de 2 o 3 meses, siendo capaces de conducir a partir de la 4ª semana.
Respecto a los resultados, el dolor desaparece o casi desaparece (pasa a ser una “molestia”) en un 90% de los casos, habiendo una mejoría importante del dolor en mas del 95% de los casos. La mejora de la movilidad depende del tipo de prótesis utilizado, pero también del estado del paciente antes de la operación. Sin embargo, en regla general, se constata una clara mejoría de la movilidad. En cuanto a las complicaciones que requieren una nueva intervención, esta aparecen en alrededor del 2% de los casos, afectando a los pacientes que acumulan un mayor número de factores de riesgo. Entre estas complicaciones se encuentran la infección protésica y el aflojamiento precoz del implante, habitualmente por un defecto de cementación.
En este video puedes ver la intervención de prótesis de rodilla, tienes que tener en cuenta antes de verlo que es una cirugía abierta dónde hay que tallar los huesos de la rodilla, por lo que no te lo recomiendo si tienes aprensión por la sangre
– Tratamientos para el Cartílago SIN prótesis
Lesion del Cartílago de Rodilla: Tratamientos Sin Prótesis
Lesión del Cartílago de Rodilla: Tratamientos Sin Prótesis
En esta sección os voy a hablar de las lesiones del cartílago de la rodilla y las opciones que utilizamos los cirujanos de rodilla para conseguir un cartílago natural lo mas parecido al cartílago hialino normal de la rodilla del paciente. Esto quiere decir que NO voy a incluir los tratamientos de sustitución articular; cualquier modelo de prótesis de rodilla, en los casos de cartílago severamente dañado o rodillas con artrosis avanzada.
A las lesiones del cartílago de la rodilla les damos distintos nombres como úlcera de cartílago, osteocondritis, condropatías o lesión condral focal de la rodilla, siendo todas ellas lesiones con un mecanismo de producción similar y una solución que variará según el grado de afectación. Debemos diferenciar estas lesiones localizadas del cartílago, del desgaste global del cartílago en la articulación de la rodilla, como en el caso de la artrosis
Las lesiones condrales localizadas o úlceras del cartílago, van a afectar típicamente a deportistas o pacientes mas jóvenes que en los casos de gonartrosis (artrosis de la rodilla). Pueden aparecer incluso en pacientes adolescentes, como en el caso de la osteocondritis disecante de la rodilla. Sin embargo, la mayor parte de pacientes con estas lesiones condrales van a tener entre 25 y 50 años, encontrándose estas lesiones del cartílago con mayor frecuencia en el condilo femoral interno y en la rótula.
Estas lesiones pueden ser consecuencia de un accidente deportivo en fútbol, pádel o esquí, acompañándose en estos casos frecuentemente de roturas de ligamento cruzado anterior o rotura de menisco. De hecho, es relativamente frecuente que descubramos una úlcera en el cartílago durante una artroscopia de rodilla por otra causa. Además de los que habéis tenido una lesión aguda de rodilla, existe otro perfil de paciente con daño en el cartílago de la rodilla en el que no ha habido un accidente previo. En estos casos el dolor ha comenzado lentamente y las lesiones son consecuencia del sobreuso, típico de corredores de larga distancia, fondo, triatlón y marathon. En ambos casos, los síntomas van a ser similares, con dolor interno en la región de la rodilla afectada (anterior en la rótula, medial en condílo interno…) y con episodios de bloqueos similares a las roturas de menisco en los pacientes con roturas de cartílago inestables.
Para diagnosticar y clasificar estas lesiones básicamente utilizamos dos técnicas: La Resonancia Nuclear Magnética (RMN) y la Artroscopia. La RMN nos permite ver la lesión y ver el impacto de la lesión en el hueso debajo del cartílago (hueso subcondral) al igual que intuir si el cartílago puede ser viable y si la lesión es estable. Si bien podemos prever el tamaño y gravedad de la lesión, muchas veces no es fácil distinguir una lesión de buen pronóstico, como el edema del hueso tras un traumatismo, de una lesión de cartílago inestable. La artroscopia por su parte nos permite ver directamente la lesión, comprobar su estabilidad, y medir no sólo además de la superficie, la profundidad de la lesión, al poder retirar los fragmentos superficiales de cartílago dañado y sueltos, que pueden dar una imagen benigna en la RMN.
Tanto la RMN como la artroscopia nos permiten clasificar las lesiones del cartílago en 4 grados, en función de su profundidad, lo que va a determinar su tratamiento. Habitualmente, en los pacientes que sólo disponemos de RMN (no hemos hecho artroscopia previamente) vamos siempre al quirófano con dos planes de tratamiento que decidiremos en función de la gravedad de la lesión del cartílago que nos encontramos durante la visión directa y palpación de la lesión condral.
A continuación os voy a exponer los tratamiento que utilizamos los traumatólogos para tratar los defectos del cartílago de la rodilla. Todas estas técnicas buscan además de mejorar los síntomas, mejorar el pronóstico para evitar o retrasar la necesidad de prótesis de rodilla. Las voy exponer desde la menos agresiva (para tratar lesiones grado I-II) hasta las mas agresivas para lesiones del cartílago de gran tamaño que exponen el hueso:
1) Condroplastia de lesión superficiales del cartílago
2) Micro-perforaciones en lesiones del cartílago mas profundas
3) Mosaicoplastia o Transplante Osteo-Condral Autólogo (Del mismo Paciente)
4) Mega Transplante Osteo-Condral (Mega OATS)
5) Terapia de Células Madre Mesenquimales
Condroplastia en Lesiones del Cartílago de la Rodilla
La condroplastia la realizamos siempre por artroscopia en el caso de la rodilla y el tobillo. Es la técnica mas básica, que reservamos para los casos de lesiones del cartílago pequeñas (1-2 cm2) y de poca profundidad (grados I-II). Consiste en extirpar los fragmentos de cartílago inestables, que provocan bloqueos en el paciente al caminar y pueden aumentar el tamaño de la lesión al «tirar» de cartílago sano al que permanecen unido. Esta técnica la realizamos en cualquier artroscopia de rodilla, por ejemplo durante la reconstrucción de un Ligamento Cruzado Anterior o mientras tratamos una lesión de menisco, si descubrimos una úlcera del cartílago inestable.
En la condroplastia además de extirpar los fragmentos de cartílago dañados, que nos son viables, nos aseguramos de dejar una transición suave y firme entre los límites de la lesión y el cartílago de la rodilla sano. Para ello se utiliza el vaporizador de artroscopia a baja temperatura, que suelda los límites de la lesión para darles una fijación extra. Existen incluso terminales específicos de radiofrecuencia para una condroplastia en frío, utilizando radiofrecuencia bipolar (coblación).
Siempre que podemos asociamos a la condroplastia otra técnica para promover el crecimiento de nuevo cartílago en la lesión. Para ello según el tamaño de la lesión utilizamos la estimulación directa del lecho (micro-perforaciones), infiltraciones de factores de crecimiento de plaquetas (PRP) o infiltraciones seriadas de ácido hialurónico en el post-operatorio.
Micro-Fracturas en el Cartílago de la Rodilla
Esta técnica la denominamos también micro-perforaciones o técnica de Pridie. Al igual que la condroplastia se realiza por artroscopia y la utilizamos en los casos de lesiones del cartílago de hasta 2 cm de diámetro en las que consideramos que no van poder curar por si solas para conseguir un fibrocartilago de suficiente calidad. Se basa en utilizar pequeños punzones o agujas para romper la lámina calcificada que se encuentra en la base del cartílago hialino de las articulaciones. Al crear pequeños orificios (de 1-2mm) en esta capa calcificada, permitimos poner en contacto a la lesión con las células madre mesenquimales que viven en el hueso bajo el cartílago. Estas células tienen la capacidad de diferenciarse y crear un nuevo tejido similar al cartílago hialino original de la rodilla: el Fibro-cartílago.
Como os he comentado, las micro fracturas pueden realizarse después de una condroplastia y al igual que esta, se beneficia de la aplicación en el lecho de factores de crecimiento, que van a estimular el crecimiento de las células madre hacía células del cartílago (condrocitos). De hecho existen geles comerciales que se mezclan con el plasma rico en plaquetas, para fijar los PRP en la lesión tras realizar las microfracturas. Esta técnica ha demostrado en múltiples series la capacidad de curar lesiones del cartílago, siendo mejores sus resultados cuantos menos meses de evolución (mejor en los primeros 6), tamaño menor de 3 cm2, y en combinación con PRP o células madre mesenquimales.
Mosaicoplastia: Transplante de Cartílago Propio
La mosaicoplastia consiste básicamente en transferir uno o mas cilindros de cartílago sano del propio paciente a la zona de la rodilla con una lesión condral. Esta técnica la utilizamos para tratar lesiones muy profundas (Grado IV), que llegan hasta el hueso sub-condral, en las que han fracasado los mecanismos de curación del propio paciente. La única condición para poder utilizar la mosaicoplastia, es que el diámetro de la lesión no sea muy grande, menor de 2-2,5 cm, ya que esta técnica requiere «cosechar» fragmentos de cartílago y hueso de un tamaño casi igual que la lesión a tratar. En la siguiente imagen podéis ver una lesión de cartílago profunda que no es posible tratar con las técnicas anteriores y que requiere de un trasplanta autólogo para rellenar el espacio, se trata de un paciente de 24 años deportista.
La obtención del cartílago (con hueso sub-condral) donante, la obtenemos de una zona de la misma rodilla que no soporta peso corporal y que no interviene en la articulación. Para ello utilizamos cartílago y hueso de la zona de la troclea femoral externa, fuera de la zona articular con la rótula. De allí obtenemos a través de una incisión de unos 3 cm, varios cilindros de cartílago hialino con hueso esponjoso que utilizaremos para rellenar la lesión del paciente. Como podeis ver en el siguiente esquema, los obtenemos los injertos de la zona anterior externa a través de una pequeña incisión en la misma rodilla que estamos operando.
Para la extracción utilizamos un sistema específico desechable que consta de una serie de extractores de hueso y cartílago cilíndricos. Disponemos de distintos diámetros para elegir y vienen señalizados con la profundidad en función del espesor que deseamos para la obtención del injerto.
La ventaja de esta técnica es que al ser un injerto del propio paciente que incluye hueso bajo el cartílago, la aceptación en el sitio receptor es inmejorable. Tanto es así que no utilizamos ningún sistema de fijación, sino que impactamos los injertos sobre el lecho de la lesión que previamente hemos preparado. En cualquier caso mientras consolidan los cilindros osteo-condrales en el lugar de la lesión, se indica al paciente que no apoye el peso corporal en la pierna operada durante unas 6 semanas. Con ello evitamos posibles desplazamientos secundarios. Los resultados de esta técnica son excelentes en el caso de lesiones de los cóndilos femorales (curación del 90% de las lesiones), siendo algo inferiores en el caso de la rótula (80%).
Mega Transplante de Cartílago (Mega-OATS)
Las técnicas de Mega-Transplantes de cartílago y hueso se utilizan para lesiones únicas pero de gran tamaño de la rodilla (3-4 cm2). Los traumatólogos las denominamos con el acrónimo inglés Mega-OATS (Mega Transplante Osteo-Condral), pudiendo ser obtenido de una rodilla de cadáver para las lesiones mas grandes o bien de la parte posterior del condilo femoral del propio paciente para lesiones algo menores. En ambos casos se trata de lesiones que no sólo afectan a la capa de cartílago de la rodilla, sino que existe además erosión y fragmentación del hueso subcondral.
En esencia esta técnica es similar a la mosaicoplastia con pequeñas diferencias, como el obtener un único injerto cilíndrico que nos cubra todo el tamaño de la lesión y la necesidad de utilizar material para fijar el injerto dado el gran tamaño del mismo. Para la obtención del injerto utilizamos juegos de fresas específicos para el transplante, que esculpen en el paciente una concavidad sobre la que se adapta milimétricamente el mega injerto obtenido de la rodilla de cadáver. Sobre el injerto marcamos la dirección de las fibras de cartílago a modo de brújula, para conservar su biomecánica una vez implantadas.
Para la fijación del injerto a la rodilla disponemos de distintas opciones como agujas o tornillos bio-absorvibles o sistemas de suturas de tensión. En ambos casos se ha demostrado que la utilización de células madre mesenquimales junto al transplante mejora los resultados. Globalmente los resultados funcionales tras el Mega-OATS son de una vuelta al deporte del 85% en los casos de transplante de cartílago autólogo y del 80% para el caso de los transplantes de cadáver. Siempre que podamos intentamos un auto-transplante, pero en lesiones muy grandes desafortunadamente, no disponemos de tanto «Cartílago sobrante» en la rodilla del paciente, y tenemos que utilizar injerto de cadáver.
En el siguiente video podéis ver la cirugía completa de Mega Transplante Osteocondral en un paciente joven deportista
Células Madre Mesenquimales
En esta Terapia realizamos una liposucción de grasa abdominal antes de tratar la lesión de cartílago. En esa grasa abdominal se ha demostrado que residen las células madre multi-potenciales con capacidad de crear cartílago, y lo hacen con una concentración mil veces mayor que el médula ósea. Utilizamos un proceso de procesado para extraer las células madre mesenquimales del propio paciente, que han demostrado la capacidad de integrarse al propio cartílago y rellenar las lesiones en las capas I y II.
En el caso de lesiones de cartílago profundas, que llegan hasta el hueso subcondral, como las que estamos tratando en esta página, esta terapia será una terapia adyuvante a las técnicas que antes hemos visto, siendo utilizada sobre todo junto a la condroplastia y a las micro-perforaciones. Su indicación por excelencia es un patrón de lesión global de la rodilla, tobillo o cadera, pero que no afecta a una zona concreta, es decir en la artrosis de grados I o II. Para saber mas sobre Células Madre puede Hacer Click Aquí
En el siguiente video podéis ver como es el proceso completo de obtención de esas células madre
La cirugía protésica en traumatología se refiere a sustituir o reemplazar una articulación dañada por una articulación artificial de metal y otros materiales que va a hacer la función de la articulación. En el caso de la cadera, la nueva articulación artificial se diseña para imitar todas las características que de la cadera nativa, por lo que va a permitir el movimiento previo, va a estabilizar la articulación y va a soportar el peso corporal en las actividades del día a día.
La cadera es una articulación que de manera simplificada esta formada por una bola, la cabeza del fémur, que rota dentro de una copa; el acetábulo o cotilo. Este último es parte de la pelvis y sobre él va a rotar el fémur para permitir los movimientos de la articulación. La prótesis de cadera imita este diseño, con un vástago femoral, que en su extremo tiene una cabeza esférica, que articula con un componente de deslizamiento (habitualmente polietileno) que esta anclado a un cotilo metálico. La principal diferencia con la articulación nativa es que carece de sensibilidad, por lo cual, el dolor derivado del desgaste articular desaparece.
Tanto es así, que la cirugía protésica es uno de los mayores avances en la medicina del siglo XX en la calidad de vida ajustada a los años de vida. Puesto que cada vez vivimos mas, la mejora en la duración y resultados de las prótesis articulares permiten a muchos pacientes llevar una vida activa e independiente, a pesar de haber padecido una artrosis que ha destruido su rodilla o su cadera.
¿Cuándo Decidimos poner una Prótesis de Cadera?
La prótesis es el último recurso para tratar los daños del cartílago de las articulaciones cuando todo lo demás ha fracasado. Si comparamos el aparato locomotor con una máquina compuesta de piezas que cuidamos, lubricamos y reparamos, la prótesis de cadera vendría a ser cambiar una pieza gastada (la cadera) por una nueva, cuando esa pieza ya no puede repararse. En el caso de la articulacion de la cadera, la principal causa que la daña de manera irreversible y lleva a la necesidad de prótesis es la artrosis de cadera.
Esta enfermedad ha crecido en los últimos años, casi de un modo epidémico, lo cual es clara consecuencia del cambio demográfico; cada vez vivimos mas y de una manera mas activa. En países occidentales como España, la coxartrosis puede verse en radiografías en 1 de cada 5 personas de mas de 50 años, siendo dolorosa en 1 de cada 20 personas a partir de esa edad (5%). Si miramos las persona de mas de 65 años el porcentaje de artrosis de cadera dolorosa sube al 10% de nuestros pacientes.
¿Cuánto dura una Prótesis de Cadera?
Seguro que habéis oído que las prótesis duran 15 o 20 años, sin embargo esto no es del todo cierto. La causa de que una prótesis se desgaste, es que siempre debe incorporar un material de deslizamiento, sobre el cual se produce la fricción durante el movimiento de los huesos. En el caso de la cadera clásicamente se utilizaba una cabeza de Metal y un inserto de polietileno clásico. Ese polietileno antiguo (hoy ya no se usa) liberaba micro-partículas que son engullidas por las células defensivas del cuerpo. Estas células, además de “comerse” esas partículas pueden crecer y atacar al hueso y otros tejidos con lo que se puede aflojar la prótesis; “enfermedad de partículas”.
Es por ello que en los nuevos modelos de prótesis de cadera disponemos los traumatólogos de una variedad de implantes mucho mas amplia, cada una con unas ventajas. El nuevo polietlileno de alto entre-cruzamiento o peso molecular ultra alto (UHWP) reduce la liberación de partículas, con lo que la duración de la prótesis es mucho mayor. Igualmente la cerámica apenas libera partículas, siendo un material mas frágil, sobre todo si lo utilizamos en la cabeza y el inserto. Es por ello que una buena solución intermedia (a mi personalmente es la que mas me convence) es combinar polietileno UHWPE en el inserto con cerámica en la cabeza.
La mejor en todos los materiales hace que sea dificil decir cuanto pueden duran las prótesis de hoy en día, ya que estos nuevos materiales no se utilizaban hace 10 años En cualquier en los registros nacionales europeos podemos ver que mas del 90% de las prótesis de cadera puestas hace 15 años (con los materiales antiguos) siguen funcionando sin haber necesitado un recambio protésico.
Para elegir el mejor diseño de prótesis de cadera y los materiales siempre debemos valorar la edad del paciente, al igual que su actividad y peso corporal, siendo la cirugía igual independietmente del diseño y los materiales.
Prótesis de cadera, ¿Cómo es la Cirugía?
La prótesis de cadera la realizamos entre tres traumatólogos y su duración es entre 1 y 2 horas. El tipo de anestesia mas habitual es la raquídea, es decir, dormir las piernas con una infiltración en la espalda + una sedación para asegurar el confort del paciente durante la intervención. Utilizamos antibióticos por sistema y se reserva sangre compatible por si se necesitase durante los días de recuperación (menos de un 5-10% de los casos). El paciente permanece acostado de lado durante la intervención y la incisión se realiza en la parte lateral del glúteo, con una longitud de unos 12-15 cm.
Según el diseño, las prótesis de cadera se dividen principalmente en dos tipos; prótesis parcial de cadera y prótesis total. Las parciales son las que utilizamos en los casos de fractura de cadera, habitualmente en personas mayores y en ellas sólo sustituimos la parte proximal del fémur, dejando el cotilo (copa) del paciente.
Las prótesis total es la que utilizamos en los casos de artrosis, ya que esta enfermedad afecta tanto a la cabeza del fémur como al cotilo, por lo que se deben sustituir ambas partes. Es crucial la correcta colocación de los componente en los tres planos del espacio, ya que su mala colocación es el principal de luxación después de la intervención (1% de los casos). Para el anclaje al hueso de los componentes pueden utilizarse prótesis selladas con un cemento de polimetilmetacrilato o modelos en que la unión al hueso se debe a su material poroso que permite el crecimiento del hueso integrando el componente. Hoy en día utilizamos casi siempre las prótesis no cementadas, en nuestro caso cubiertas además por un material que es compuesto natural de los huesos: La hidroxiapatita.
Prótesis de cadera, ¿Cómo es la recuperación y los resultados?
Al igual que en la prótesis de rodilla, el ingreso medio dura alrededor de 5-6 días y nos vamos para casa aún con las grapas, teniendo que realizar cura con antiséptico cada 3 días. En general es una cirugía poco dolorosa y muy agradecida desde el segundo día de la intervención, dónde ya se puede apreciar una mejoría en el dolor. Se debe caminar desde el segundo día de la intervención con ayuda de unos bastones, y habitualmente caminar es toda la rehabilitación que el paciente necesita. Normalmente la persona operada puede volver a trabajar al cabo de 2 o y es capaz de conducir a partir de la 2ª o 3ª semana.
En la prótesis de cadera el dolor desaparece o casi desaparece (pasa a ser una “molestia”) en un 95% de los casos y si no hay complicaciones es una de las cirugías mas satisfactorias de nuestra especialidad. En los paciente con déficit de movilidad previo (pérdida de aducción y rotación) esta movilidad mejora casi siempre.
Las complicaciones que requieren una nueva intervención se sitúan igualmente alrededor del 2% de los casos, de las prótesis por artrosis y en hasta el 10-15% en las prótesis tras fractura. Además de la infección protésica, las prótesis de cadera entrañan el riesgo de luxación, por lo que durante los primeros 2-3 meses les damos una serie de recomendaciones a los pacientes. Estas incluyen evitar rotaciones de las piernas, evitar cruzar las piernas y evitar asientos bajos, necesitando frecuentemente un alza para usar sobre el wáter. Una vez pasado este periodo el riesgo de luxación es muy bajo y dejamos al paciente hacer vida normal, ya sin dolor en la gran mayoría de los casos.
Procedimiento para dar mayor consistencia al entramado del cuerpo vertebral afectado y eventualmente a recuperar parte de la altura de la vértebra aplastada.
¿En qué consiste la cifoplastia con balón?
El doctor realiza una pequeña incisión de un centímetro en la espalda y crea un diminuto conducto en el hueso fracturado.
Se introduce dentro del hueso fracturado un pequeño balón.
A continuación, el médico infla el balón con cuidado para corregir la deformidad y el colapso de las vértebras. Después se extrae el balón, que deja una cavidad en la vértebra.
Esta cavidad se rellena con cemento óseo para sostener el hueso, estabilizar y fijar lavértebra fracturada.
¿A quién puede beneficiar la cifoplastia con balón?
Se ha demostrado que la cifoplastia con balón puede beneficiar a los pacientes con fracturas vertebrales por compresión (FVC) causadas por la osteoporosis o el cáncer.
Los resultados de los estudios funcionales, radiográficos y del dolor han sido mejores respecto al tratamiento no quirúrgico convencional. Se ha demostrado que este procedimiento mejora significativamente la calidad de vida del paciente y su capacidad para realizar las actividades cotidianas. Asimismo reduce la cantidad de días perdidos por culpa del reposo en la cama.
La cifoplastia con balón es un procedimiento percutáneo que puede realizarse al paciente hospitalizado o de forma ambulatoria. Además requiere poca o ninguna rehabilitación postoperatoria.
La satisfacción del paciente respecto a la técnica es excelente y, si lo hay, el malestar debido al procedimiento es mínimo.
La cifoplastia con balón es muy segura y la mayoría de estudios muestran una tasa muy baja de efectos adversos relacionados con el procedimiento.
Hasta el 31 de marzo de 2007, aproximadamente 310.000 pacientes y 365.000 fracturas vertebrales han sido tratadas en todo el mundo mediante cifoplastia con balón.
¿Cuánto tiempo requiere la cifoplastia con balón? ¿Qué tipo de anestesia se utiliza?
De media, el procedimiento requiere aproximadamente una hora por fractura y puede realizarse con ingreso o en régimen ambulatorio, según la necesidad médica. La cifoplastia con balón puede realizarse bajo anestesia local o general. El médico recomienda la opción más apropiada según el estado general del paciente.
¿Cuáles son los beneficios potenciales de la cifoplastia con balón?
Se ha demostrado que, mediante la cifoplastia con balón, se consigue la restauración de la altura del cuerpo y la corrección de la deformidad de la columna.
Otros beneficios incluyen:
Reducción significativa y estable del dolor de espalda
Mejora significativa y continuada de la calidad de vida y de la capacidad para realizar las actividades cotidianas
Mejora significativa y estable de la movilidad
Reducción significativa del número de días al mes que el paciente se queda en cama debido al dolor de espalda
Reducción significativa y estable del número de días al mes en los que el dolor interfiere en las actividades cotidianas, como andar, practicar aficiones y trabajar
Restauración mantenida de la altura del cuerpo vertebral
Los resultados favorables en los pacientes se mantienen durante dos años de seguimiento.
¿Existen riesgos asociados a la cifoplastia con balón?
Como con cualquier otra cirugía, existen riesgos potenciales. Aunque la cifoplastia con balón está diseñada para minimizar estos riesgos tanto como sea posible, existe la posibilidad de que aparezcan complicaciones.
¿Qué puede esperar un paciente después de someterse a una cifoplastia con balón?
Estudios publicados demuestran una reducción considerable del dolor, algunas veces pasadas pocas horas desde el procedimiento.
Se ha observado que la cifoplastia con balón mejora la movilidad y permite a los pacientes retomar las actividades cotidianas como andar, agacharse y levantar objetos, con mucho menos dolor del que sentían antes del procedimiento.
Los pacientes muestran mayor vitalidad, mejoría en sus relaciones sociales y bienestar emocional.
¿Puede tratarse mediante cifoplastia con balón una fractura vertebral que ocurrió hace tiempo?
La antigüedad de una fractura vertebral y el éxito de tratamiento varían de un paciente a otro. Sin embargo, en general los médicos coinciden en que cuanto antes se trata una fractura, mayor es la posibilidad de corrección de la deformidad.
¿Qué problemas se tratan mediante cifoplastia con balón?
Cifosis
La cifosis es una curvatura excesiva de la zona superior de la columna que provoca una postura de “jorobado”. También es llamada a menudo joroba de la viuda.
Fracturas por osteoporosis
Osteoporosis
Fracturas vertebrales
Fracturas vertebrales
Descripción de la cifoplastia
Los objetivos del procedimiento de cifoplastia han sido diseñados para detener el dolor causado por una fractura de la columna, estabilizar el hueso y restaurar toda la altura perdida del cuerpo vertebral, o parte de ella, debido a la fractura por compresión.
Durante la cifoplastia, se realiza una pequeña incisión en la espalda, a través de la cual el médico introduce un tubo angosto. Por medio del uso de una fluoroscopia para guiarlo hacia la posición correcta, el tubo crea un sendero a través de la espalda en el área fracturada a través del pedículo de las vértebras afectadas.
Utilizando imágenes de radiografía, el médico inserta un balón especial a través del tubo y en la vértebra, y luego lo infla suave y cuidadosamente. A medida que el balón se infla, eleva la fractura, haciendo que las piezas vuelvan a la posición normal. También compacta el hueso blando interno para crear una cavidad dentro de la vértebra.
El balón es removido y el médico utiliza instrumentos especialmente diseñados en baja presión para llenar la cavidad con un material similar al cemento denominado polimetilmetacrilato (PMMA). Luego de haberlo inyectado, el material se endurece rápidamente, estabilizando el hueso.
La cifoplastia utilizada para tratar la fractura causada por la osteoporosis es realizada en un hospital con anestesia local o general. Otros datos de logística para un típico procedimiento de cifoplastia son:
La cifoplastia tarda cerca de una hora por cada vértebra afectada
Los pacientes serán cuidadosamente observados en la sala de reanimación luego de la cifoplastia
Los pacientes pueden pasar un día en el hospital después del procedimiento
Los pacientes no deben conducir vehículos hasta que reciban la aprobación de parte de sus médicos. Si se les da el alta el mismo día de la cifoplastia, van a tener que organizar el transporte del hospital al hogar.
Recuperación de la cifoplastia
El alivio del dolor va a ser inmediato en algunos pacientes. En otros, la eliminación o la reducción del dolor puede ocurrir dentro de los dos días posteriores. Una vez en su hogar, los pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas normales, a pesar de que los esfuerzos extenuantes, como levantar cosas pesadas, debe evitarse por al menos seis semanas.
Los pacientes deben visitar al médico para comenzar el plan de tratamiento para la osteoporosis, o para revisarlo, con inclusión de medicamentos que prevengan una mayor pérdida de masa ósea.
Candidatos a la cifoplastia
La cifoplastia no puede corregir una deformidad establecida de la columna y es por ello que ciertos pacientes con osteoporosis no son candidatos para este tratamiento. Los pacientes que experimentan síntomas de dolor o deformidades vertebrales de fracturas osteoporóticas recientes por compresión son posibles candidatos a la cifoplastia. El procedimiento debería completarse dentro de las 8 semanas de ocurrida la fractura para la probabilidad más alta de restauración de la altura.
Riesgos y complicaciones de la cifoplastia
Algunos riesgos quirúrgicos generales aplican a la cifoplastia, con inclusión de una reacción a la anestesia e infecciones. Algunos otros riesgos que son específicos al procedimiento de cifoplastia y vertebroplastia son:
Daño al nervio o lesión de la médula espinal a causa de instrumentos mal posicionados en la espalda
Lesión del nervio o compresión de la médula espinal por la filtración de PMMA en las venas o en el espacio epidural
Reacción alérgica a la solución utilizada para visualizar el balón en la radiografía a medida que se infla
No se sabe si la cifoplastia o la vertebroplastia aumentan el número de fracturas a niveles adyacentes de la columna. Estudios comparativos acerca de tratamientos óseos han demostrado que insertar PMMA no cambia la rigidez del hueso, pero no se han realizado estudios en humanos. La osteoporosis es una enfermedad crónica y progresiva. Como se mencionó con anterioridad, los pacientes que tienen fracturas sostenidas de la osteoporosis tienen un mayor riesgo de sufrir fracturas adicionales debido a la pérdida de fuerza ósea causada por la osteoporosis.
Cirugía Antepie
Intervención para corregir las deformidades de los dedos del pie y evitar los hiperapoyos metatarsales.
La laminectomía es una cirugía que crea espacio mediante la extracción de la lámina (la parte posterior de la vértebra que cubre el conducto vertebral). También conocida como cirugía de descompresión, la laminectomía agranda el conducto vertebral para aliviar la presión sobre la médula espinal o los nervios.
Por lo general, a esta presión la causa el crecimiento excesivo del hueso dentro del conducto vertebral, lo que puede suceder en pacientes con artritis en la columna vertebral. Estos crecimientos excesivos a veces se denominan espolones óseos, pero son un efecto secundario normal del proceso de envejecimiento en algunas personas.
Se suele recurrir a la laminectomía solo cuando los tratamientos más conservadores (como medicamentos, fisioterapia o inyecciones) no lograron aliviar los síntomas. La laminectomía también puede recomendarse si los síntomas son graves o si empeoran drásticamente.
Por qué se realiza
El crecimiento óseo excesivo dentro del conducto vertebral puede estrechar el espacio disponible para la médula espinal y los nervios. Esta presión puede provocar dolor, debilidad o entumecimiento que puede extenderse hacia los brazos o las piernas.
Debido a que la laminectomía restablece el espacio del conducto vertebral pero no cura la artritis, es más eficaz para aliviar los síntomas provocados por los nervios comprimidos que para aliviar el dolor de espalda provocado por las articulaciones de la columna.
El médico puede recomendarte una laminectomía si:
El tratamiento conservador, como los medicamentos o la fisioterapia, no mejora tus síntomas.
Tienes debilidad muscular o entumecimiento que provocan dificultad para caminar o permanecer de pie.
Pierdes el control intestinal o de la vejiga.
En algunos casos, la laminectomía puede ser necesaria como parte de la cirugía para tratar una hernia de disco intervertebral. Es posible que el cirujano necesite extirpar parte de la lámina para acceder al disco dañado.
Riesgos
La laminectomía generalmente es un procedimiento seguro. Sin embargo, como sucede con cualquier cirugía, se pueden presentar complicaciones. Las posibles complicaciones incluyen las siguientes:
Sangrado
Infección
Coágulos sanguíneos
Lesión nerviosa
Derrame del líquido cefalorraquídeo
Cómo prepararse
Deberás evitar comer o beber durante cierta cantidad de tiempo antes de la cirugía. Tu médico puede darte instrucciones específicas sobre los tipos de medicamentos que debes tomar y cuáles debes evitar antes de la cirugía.
Lo que puedes esperar
Durante la laminectomía
Generalmente, los cirujanos realizan la laminectomía con anestesia general, por lo que estarás inconsciente durante el procedimiento.
El equipo quirúrgico controla tu frecuencia cardíaca, presión arterial y nivel de oxígeno en sangre durante el procedimiento. Una vez que estás inconsciente y no puedes sentir dolor:
El cirujano hace una incisión en tu espalda sobre las vértebras afectadas y hace a un lado los músculos de la columna vertebral, según sea necesario. Se utilizan pequeños instrumentos para eliminar la lámina correspondiente. El tamaño de la incisión puede variar según tu enfermedad y las dimensiones del cuerpo. Por lo general, en las cirugías mínimamente invasivas se realizan incisiones más pequeñas que aquellas realizadas en procedimientos abiertos.
Si se realiza una laminectomía como parte del tratamiento quirúrgico para una hernia de disco, el cirujano también elimina la parte herniada del disco y cualquier parte que se haya desprendido (discectomía).
Si una de tus vértebras se desplazó sobre otra o si tienes una desviación de la columna vertebral, es posible que sea necesaria una fusión espinal para estabilizar. Durante la fusión espinal, el cirujano une en forma permanente dos o más vértebras entre sí, utilizando injertos de hueso y, si es necesario, varillas y tornillos de metal.
Según tu enfermedad y tus necesidades individuales, el cirujano puede hacer una incisión (mínimamente invasiva) y utilizar un microscopio quirúrgico especial para realizar la operación.
Después de la laminectomía
Tras la cirugía, te trasladan a una sala de recuperación donde el equipo de atención médica examina si hay complicaciones de la cirugía y la anestesia. También se te puede pedir que muevas los brazos y las piernas. El médico puede recetar medicamentos para aliviar el dolor en el lugar de la incisión.
Puedes irte a tu casa el mismo día de la cirugía, aunque es posible que algunas personas necesiten una estadía corta en el hospital. Es probable que el médico recomiende fisioterapia después de una laminectomía para mejorar la fuerza y flexibilidad.
Según la cantidad de veces que debas levantar cosas, caminar y sentarte en tu trabajo, es posible que puedas volver a trabajar en unas pocas semanas. Si además te realizaron una fusión espinal, el tiempo de recuperación puede ser mayor.
Resultados
La mayoría de las personas indica una mejora considerable de sus síntomas después de la laminectomía, especialmente una disminución del dolor que se extiende hacia las piernas o los brazos. Pero este beneficio puede disminuir a lo largo del tiempo si tienes un tipo de artritis particularmente agresivo. Es menos probable que la laminectomía mejore el dolor en la propia espalda.
Enfermedad de Perthes
Tratamiento para mantener el movimiento y prevenir la deformidad y la alteración del crecimiento de la cadera.
Tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Perthes mediante el Sistema AO
Especialista de I Grado en Ortopedia y Traumatología. Instructor. Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara (ISCM-VC). Director del Hospital Pediátrico Provincial Docente “José Luis Miranda”.
Especialista de I Grado en Ortopedia y Traumatología.
Especialista de I Grado en Histología. Instructora. ISCM-VC.
Torre Rojas M de la, Rosada Rodríguez C, Menéndez Hernández E. Tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Perthes mediante el sistema AO.
ResumenSe realizó un estudio descriptivo preliminar sobre la aplicación del tratamiento quirúrgico mediante el sistema AO a 12 pacientes con enfermedad de Perthes (necrosis avascular de la cabeza del fémur). Se analizaron las variables propuestas con el objetivo de demostrar la eficacia de esta técnica y determinar otros aspectos de índole particular de nuestra serie, edad y sexo, elementos radiológicos e incidencias de complicaciones. Los resultados obtenidos se evaluaron como adecuados.Palabras clave: ENFERMEDAD DE LEGG-PERTHES/cirugía; NECROSIS DE LA CABEZA DEL FÉMUR/cirugía; OSTEOTOMÍA/métodos.
En la práctica de la ortopedia pediátrica la enfermedad de Perthes (EP) constituye una de las afecciones más controvertidas en relación con sus aspectos patogénicos y terapéuticos.
El tratamiento de esta entidad ha pasado por varias etapas. Inicialmente se abogó por el manejo estrictamente conservador.4 Luego predominó la cirugía,5,6 hasta el momento actual, en el que se cuenta con nuevos métodos, tanto conservadores como quirúrgicos, cada uno de ellos con sus ventajas e indicaciones precisas.7
El manejo quirúrgico de la EP se ha realizado de formas diversas. En nuestro país tuvo su auge hace varios años la osteotomía de Monticelli, pero actualmente se realiza con frecuencia la osteotomía plano-oblicua trocantérica, fijada con alambre de Kirschner en cruz e inmovilización ulterior con espica toracopédica.
En 1958, se realizó una reunión en Suiza, presidida por Maurice Müller,9 en la que se iniciaron los contactos que llevarían a la creación de la Asociación para el Estudio de la Osteosíntesis (AO-ASIF), organización que en un principio se dedicó al tratamiento de las fracturas y con posterioridad extendió su campo de acción a las afecciones ortopédicas en general.10
En el mes de abril de 1989, se realizó por primera vez en nuestro hospital la osteotomía trocanteriana varizante y desrotadora con la aplicación del sistema AO. Se trata de un método que confiere más estabilidad al sitio de la osteotomía y tiene como ventaja fundamental que prescinde de la inmovilización externa y proporciona una recuperación funcional precoz.11
En este artículo se examinan los resultados obtenidos en nuestro hospital, con el objetivo de valorar si se está aplicando correctamente este costoso sistema, demostrar su eficacia y ofrecer una información preliminar que permita establecer comparaciones con otros métodos empleados.
Métodos
En el Hospital Pediátrico Provincial Docente *José Luis Miranda+, de Santa Clara, Villa Clara, se realizó el estudio de 12 pacientes con EP (figura 1) intervenidos quirúrgicamente mediante el sistema AO. En todos los casos se realizó una osteotomía varizante y desrotadora, siguiendo estrictamente la técnica original, y colocando una placa de cadera infantil DCP de 90E (figura 2).Figuras 1 y 2
Esta serie constituye la totalidad de los casos operados en el período comprendido entre 1991 y 1993; clasificados según Salter y Thompson, dentro del grupo B (III y IV de Catterall 11).
El procesamiento estadístico se realizó a partir de las encuestas iniciales y su posterior análisis en una computadora ACER-16.
Resultados
Al analizar los grupos etarios (tabla 1), se observó que el más afectado fue el comprendido entre 6 y 8 años (_ = 7,16), en correspondencia con la edad en la que se reporta como más frecuente esta enfermedad, período de la vida en el que están presentes los factores fundamentales que condicionan la precaria vascularización de la epífisis femoral superior.1,7
TABLA 1. Distribución según edad y sexo
Sexo
Grupo etario
Masculino
Femenino
Total
Menor de 5 años
–
2
2
6 – 8 años
6
–
6
9 – 10 años
3
1
4
Total
9
3
12
_ = 7,16. S = 1,85.Fuente: Departamento Archivo y Estadísticas.
Sólo hubo cuatro pacientes entre 9 y 10 años. El resultado obtenido en ellos fue inferior desde el punto de vista funcional, lo que permitió comprobar lo planteado por Catterall.12
Se observó un franco predominio del sexo masculino (9 pacientes).
Al considerar los signos radiográficos de riesgo para la cabeza del fémur (tabla 2), se le confirió una importancia significativa a la extrusión lateral, representada por una disminución del ángulo de Salter,7 inferior a 35E; esta expresión de pérdida de la cobertura de la epífisis estuvo presente en el 100 % de los pacientes. Otros signos observados fueron quistes metafisarios en el 66,7 % y calcificaciones laterales en el 33,4 %.
TABLA 2. Signos radiográficos de riesgo para la cabeza
Signos
No.
%
Extrusión lateral
12
100
Quistes metafisarios
8
66,7
Calcificaciones laterales
4
33,4
Fuente: Departamento de Archivo y Estadísticas.La evolución preoperatoria se tuvo en cuenta para elegir el procedimiento quirúrgico; se consideraron idóneos aquellos pacientes con menor tiempo de evolución (tabla 3). En los pacientes con menos de 8 meses se obtuvieron los mejores resultados.
TABLA 3. Evolución preoperatoria
Evolución
No.
%
Menos de 8 meses
4
33,4
8 – 12 meses
6
50,0
13 – 16 meses
1
8,33
Más de 16 meses
1
8,33
Total
12
100,0
Fuente: Departamento de Archivo y Estadísticas.El tiempo de consolidación de la osteología y la remodelación de la epífisis determinaron el inicio de la carga del peso corporal (tabla 4), aunque en ocasiones se retarda la remodelación. Pero como existe una adecuada cobertura de la cabeza, el apoyo se puede realizar sin temor.6,11
TABLA 4. Tiempo de consolidación de la osteotomía y remodelación de la epífisis
Tiempo
No.
%
3 meses
10
83,4
4 meses
1
8,33
Más de 4 meses
1
8,33
Total
12
100,0
_ = 3. S = 0,42.Fuente: Departamento de Archivo y Estadísticas.
Es altamente significativo que en el 83,4 % esto se logró alrededor de los 3 meses de operados.
La evaluación preliminar de nuestro trabajo la constituye la aparición de complicaciones (tabla 5), en un seguimiento siempre mayor de 1 año. Se produjeron escasas secuelas. Mediante los escanogramas seriados se detectó un acortamiento residual (menos de 2 cm) en 2 pacientes, lo que coincide con aquellos que tuvieron una evolución preoperatoria más prolongada. Cabe preguntarse si habrá sido éste el tipo de intervención más idóneo.
TABLA 5. Incidencia de complicaciones
No.
%
Sin complicaciones
10
83,4
Con complicaciones
– Acortamiento menor de 2 cm
2
16,7
Total
12
100,0
Discusión
El grupo etario más afectado fue el de 6 a 8 años, con un predominio del sexo masculino.La extrusión lateral, determinada a través del ángulo de Salter, estuvo presente en el 100 % de los pacientes. A ésta le siguieron, en orden de frecuencia, los quistes metafisarios (66,7 %).
Se obtuvieron resultados más favorables en los pacientes que tenían una menor evolución preoperatoria, sobre todo por debajo de los 8 meses.
Todos los pacientes iniciaron el apoyo luego de transcurridos entre 3 y 4 meses después de efectuada la intervención quirúrgica. Al mismo tiempo, se observó la remodelación de la epífisis y la rectificación del ángulo de Salter.
pain after Perthes disease. Clin Orthop 1986;209(1):65-9.
Entesitis y Tenosinovitis
Intervención para disminuir el dolor y la inflamación de las inserciones o trayectos tendinosos y mejorar la función de los tendones.
Epifisiolisis Cadera
Procedimientos para corregir el desplazamiento entre la cabeza; y el cuello femorales a nivel del cartílago de crecimiento.
Deslizamiento de la epífisis capital femoral (SCFE, o epifisiolisis)
¿Recuerda aquella antigua canción infantil que dice “The thighbone’s connected to the hipbone” (el hueso del muslo se conecta con el hueso de la cadera)? Bien, la canción puede ser tonta, pero hay algo que es cierto: una conexión buena y estable en la articulación de la cadera es lo que nos permite caminar, correr, saltar y hacer muchas otras actividades.
Sin embargo, en algunos niños, particularmente en los que son obesos, el hueso del muslo y el de la cadera no están conectados como deberían debido a una afección llamada slipped capital femoral epiphysis (deslizamiento de la epífisis capital femoral, SCFE, o epifisiolisis). Si bien el término parece un trabalenguas, sencillamente hace referencia a un desplazamiento en la parte superior del hueso del muslo, o fémur, que hace que la articulación de la cadera se vea debilitada.
Por suerte, cuando se detectan de manera temprana, la mayoría de los casos de SCFE pueden tratarse de manera satisfactoria.
Acerca del deslizamiento de la epífisis capital femoral
Para comprender el SCFE, primero debe saber un poco sobre la articulación de la cadera. La cadera es una enartrosis, lo que significa que el extremo esférico de un hueso (en este caso, la “esfera” del hueso del muslo) encaja en la cavidad de otro hueso (el cotilo, o la cavidad con forma de taza de la pelvis). Las enartrosis ofrecen la mayor amplitud de movimiento de todos los tipos de articulaciones, y esto explica por qué podemos mover las piernas hacia adelante, hacia atrás y en círculos.
En los niños y adolescentes que todavía están creciendo, también hay un cartílago de crecimiento en la parte superior del hueso del muslo, justo debajo de la parte esférica (también conocida como cabeza femoral) de la articulación. Este cartílago de crecimiento se llama fisis y, al estar compuesto por cartílagos, es más débil que un hueso. La función de la fisis es conectar la cabeza femoral al hueso del muslo y, a su vez, permitir que el hueso se alargue y crezca.
Cuando un niño tiene SCFE, la cabeza femoral del hueso del muslo se desliza a través de la epífisis, casi de la misma manera en que una bola de helado podría deslizarse de un cono. A veces esto sucede de repente, por ejemplo, después de una caída o lesión deportiva, pero a menudo sucede gradualmente sin que haya una lesión previa.
Por lo general, el SCFE se clasifica de la siguiente manera:
SCFE estable. Se hace referencia a este como un “deslizamiento leve”, que hace que el niño sienta cierta rigidez o dolor en la rodilla o en la zona de la ingle y que posiblemente tenga una renquera. El dolor y la renquera suelen ir y venir, y suelen empeorar con las actividades y mejorar con el reposo. Con el SCFE estable, la persona igual puede caminar, incluso si es necesario el uso de muletas.
SCFE inestable. Este es un deslizamiento más grave que suele ser mucho más doloroso. El niño quizá no pueda soportar peso sobre el lado afectado y, dado que la amplitud de movimiento tiende a ser muy limitada, la pierna y el pie afectados podrían comenzar a girarse hacia afuera. El SCFE inestable es además más grave porque puede restringir el flujo sanguíneo a la articulación de la cadera y esto puede provocar la muerte del tejido en la cabeza del fémur.
En ocasiones, el SCFE puede irritar los nervios que se extienden por la pierna, y esto causa dolor referido (dolor que se origina en una parte del cuerpo, pero que se siente en otra). En este caso, el dolor se origina en la articulación anormal de la cadera, pero se siente en la articulación normal de la rodilla.
Si bien algunos de los casos de SCFE afectan solo un lado de la cadera, con el tiempo se descubre que muchos de ellos son bilaterales (afectan ambos lados de la cadera). Cuando el SCFE afecta un lado de la cadera, es posible que los médicos observen atentamente el otro lado de la cadera para ver si desarrolla SCFE; o, si es muy probable que esto suceda, pueden recomendar el tratamiento del otro lado al mismo tiempo. La detección temprana del SCFE marca una gran diferencia en cuanto a la facilidad con que los médicos pueden tratarlo.
Causas del SCFE
No se sabe con certeza cuáles son las causas del SCFE, pero ocurre mayormente en niños de 11 a 16 años de edad que están pasando por un período de crecimiento acelerado. Es más frecuente en los varones, aunque las niñas también pueden verse afectadas. También es más probable en niños que tienen los siguientes factores de riesgo, y todos ellos pueden afectar la salud de los huesos:
obesidad (cargar más peso ejerce mayor presión sobre el cartílago de crecimiento)
trastornos endocrinos, como diabetes, enfermedad tiroidea o problemas en la hormona de crecimiento
enfermedad renal
tratamientos contra el cáncer, como radiación o quimioterapia
ciertos medicamentos, como los esteroides
antecedentes familiares de SCFE
Diagnóstico
Si se sospecha que un niño tiene SCFE, se deberá consultar a un médico ortopédico, que es un especialista en el tratamiento de los huesos. El médico realizará un examen físico exhaustivo, que consiste en controlar la amplitud de movimiento de la cadera y las piernas, y observar si hay dolor. También hará radiografías de la cadera para comprobar si hay deslizamiento en la cabeza del hueso del muslo.
A veces el resultado de las radiografías es normal, incluso cuando hay síntomas. En estos casos es posible que se indique un estudio de imágenes por resonancia magnética (IRM) o una gammagrafía ósea. La IRM puede destacar contrastes en el tejido blando, y esto hace que sea especialmente útil en la comprensión de los problemas de las articulaciones y del cartílago, y en el diagnóstico temprano del SCFE.
Tratamiento
El SCFE siempre se trata con cirugía para estabilizar el hueso que se deslizó. Sin embargo, incluso antes de la cirugía, el médico intentará impedir que se produzca un mayor deslizamiento, y para ello recomendará reposo y el uso de muletas para evitar que el paciente cargue peso sobre la pierna afectada. A menudo, una vez que se descubre el SCFE, los pacientes ingresan al hospital para asegurarse de hacer reposo y de que el tratamiento se lleve a cabo lo antes posible.
Cuando los deslizamientos son más leves, la cirugía suele realizarse como un procedimiento ambulatorio, lo que significa que el niño puede abandonar el hospital el mismo día de la cirugía o el día posterior si no hay complicaciones.
Los deslizamientos más graves pueden requerir una cirugía de mayor envergadura y una estadía más prolongada en el hospital. Este tipo de cirugía se realiza con anestesia general (cuando el paciente está completamente dormido). Mediante el uso de un radioscopio como guía, un aparato de rayos X especial que muestra en una pantalla de televisión una imagen en tiempo real de la cadera, el cirujano hará una pequeña incisión cerca de la cadera y luego colocará un tornillo o un clavo de metal en el hueso y el cartílago de crecimiento para mantenerlo en su lugar.
En ocasiones, el cirujano estabilizará también la otra cadera, incluso si todavía no se ha deslizado, sencillamente porque el riesgo de que suceda es alto. Es posible que los deslizamientos más graves requieran de una cirugía para volver a alinear la cadera y proteger los vasos sanguíneos antes de colocar los clavos.
Después de la cirugía, generalmente los pacientes pueden caminar con muletas, cargando solo parte de su peso sobre la pierna afectada. Los pacientes que reciben tratamiento en ambos lados de la cadera generalmente deben usar una silla de ruedas durante las dos semanas posteriores a la cirugía.
Después de la cirugía
Cuando el SCFE se detecta y se trata de manera temprana, la mayoría de los niños obtienen buenos resultados. Seguramente recibirán fisioterapia para fortalecer los músculos de la cadera y las piernas, y deberán hacerse radiografías de seguimiento para controlar la afección. En la mayoría de los casos leves, no obstante, no es necesario realizar otra cirugía.
Sin embargo, en los niños con SCFE inestable, sí hay más posibilidades de que surjan otros problemas, como rigidez en la cadera, artritis prematura, diferencias en la longitud de las piernas o necrosis avascular (cuando parte de la “esfera” muere por falta de irrigación sanguínea). También tienen más probabilidades de necesitar otra cirugía para volver a alinear la cadera a medida que crezcan.
Desde luego, no hay manera de prevenir el SCFE en todos los niños. Sin embargo, algo que los padres pueden hacer para reducir el riesgo es estimular a los niños a que mantengan su peso en un intervalo saludable. El mantenimiento de un peso saludable puede ser muy beneficioso para evitar que los huesos y las articulaciones de los niños sufran un desgaste excesivo que puede debilitarlos y dañarlos. Por lo tanto, si necesita ayuda para averiguar cómo hacer que su hijo inicie un plan saludable de dieta y ejercicio, hable con su médico.
Lesión del Ligamento cruzado anterior
1. ¿Qué es el ligamento cruzado anterior?
Es un ligamento situado en el interior de la articulación de la rodilla, de pequeño tamaño, pero con una gran importancia funcional.
Se denomina cruzado por su disposición en el espacio que ocupa en relación al denominado ligamento cruzado posterior (LCP) y a los ejes de la rodilla, tanto en el plano frontal como sagital o lateral. Ambos ligamentos cruzados constituyen el pivote central de la rodilla y controlan los desplazamientos de la tibia sobre el fémur, tanto en el sentido antero-posterior como rotacional.
En la imagen podemos apreciar la disposición en el espacio de los ligamentos cruzado anterior y posterior
Es un ligamento situado en el interior de la articulación de la rodilla, de pequeño tamaño, pero con una gran importancia funcional.
FUNCIONES DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
1. Evitar el desplazamiento hacia delante del fémur sobre la tibia.
2. Estabilizar la rodilla cuando se produce la rotación de la misma.
2. ¿Es frecuente la rotura del ligamento cruzado anterior
La rotura del ligamento cruzado anterior es una lesión frecuente. Las rodillas con un ligamento cruzado anterior dañado están predispuestas a lesiones meniscales y cartilaginosas y a la aparición de signos degenerativos tempranos que pueden resultar irreversibles y cuya solución resulta más difícil en individuos jóvenes.
A día de hoy, la frecuencia de estas lesiones ha aumentado de manera considerable debido al incremento de la actividad física en la sociedad actual.
Las lesiones del ligamento cruzado anterior tienen una alta prevalencia (alrededor de 0.30 casos por cada 1000 habitantes al año) en la población general (Miyasaka). Esta incidencia es notablemente más alta en los deportes de contacto y los que exigen girar sobre la rodilla, como ocurre en el fútbol, baloncesto o en el esquí.
En 2001, la Asociación Española de Artroscopia realizó un estudio calculando 16.821 plastias de ligamento cruzado anterior anuales, lo que representaría una prevalencia de 4 casos por cada 1.000 habitantes al año.
Una de cada cinco artroscopias realizadas en nuestro país tiene como objetivo la reconstrucción del ligamento cruzado anterior.
Las mujeres que practican actividades deportivas tienen entre dos y ocho veces más roturas de LCA que los hombres que practican los mismos deportes. Entre las posibles causas se han señalado: las diferencias en el ángulo Q, la morfología de la articulación de la rodilla, las dimensiones pélvicas, el entrenamiento y el estado hormonal durante el ciclo menstrual. También se ha considerado la menor protección de los músculos sobre los ligamentos de la rodilla (Wojttys).
3. ¿Hay que operar todas las roturas de ligamento cruzado anterior?
En nuestro servicio recomendamos de forma sistemática la cirugía de reconstrucción de ligamento cruzado anterior en pacientes por debajo de 40 años, si la lesión se acompaña de signos clínicos de inestabilidad durante la exploración a la que ha de someterse al paciente necesariamente.
Reconstrucción del ligamento cruzado anterior mediante la técnica Hueso-Tendón-Hueso (HTC).
En pacientes mayores de 40 años ha de matizarse la indicación en función del grado de actividad física o de la profesión, pero siempre será el criterio del médico el que debe indicar en cada caso la cirugía, adaptando una solución concreta para cada individuo.
El criterio médico debe establecer factores predictivos que nos ayuden a determinar cuándo debe realizarse la intervención quirúrgica, tales como la edad, el nivel de actividad, el grado de osteoartritis que padece la rodilla, etc.
La técnicas de reconstrucción precisan injertos autólogos del tercio central del ligamento rotuliano con dos pastillas óseas en sus extremos (hueso-tendón-hueso), del tendón cuadricipital o de los tendones de inserción de los músculos isquiotibiales, especialmente el semitendinoso y el recto interno (ST-RI) y cada vez más, a pesar de su carencia, se solicitan aloinjertos tendinosos con o sin pastillas óseas.
Durante la misma cirugía, deben repararse las lesiones condrales y meniscales que, muy frecuentemente, acompañan a la rotura del ligamento cruzado anterior procediendo, en la medida de lo posible, a la reconstrucción biológica de la rodilla: reparando el cartílago y suturando los meniscos.
La existencia de lesiones meniscales y, sobre todo, cartilaginosas en el momento de la intervención, tiene una repercusión negativa sobre los resultados, tanto objetivos como subjetivos, de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior (Shelbourne, 2000).
El ligamento cruzado anterior debe repararse para restablecer estabilidad de la rodilla y con ello, preservar las lesiones meniscales y cartilaginosas que la conducirían a la artrosis precoz.
4. ¿Qué pasaría si no se opera un ligamento cruzado anterior roto?
La respuesta no es sencilla. Si no se somete a una intervención quirúrgica, una persona activa y deportista puede derivar en inestabilidad articular, ruptura del menisco y el consecuente deterioro del cartílago articular.
El ligamento cruzado anterior tiene forma de cordón. Su aporte vascular externo y las fibras del ligamento roto son incapaces de repararse por sí solas. Su rotura, aislada o combinada con lesiones meniscales o de los ligamentos colaterales, produce cambios radiográficos, degenerativos entre el 60% y el 90% de los pacientes en un periodo de 10 a 15 años después de la lesión (Hughston-Karholm- Drez- Lane-Lukdscheck -Marshall-Mcdaniel-Neyret-Noyes- Sherman- Liden).
Ligamento cruzado anterior, roto
En personas de bajo nivel de actividad y, especialmente por encima de 40 años, se puede optar por un tratamiento conservador siempre y cuando no existan manifestaciones clínicas de inestabilidad.
En cualquier caso, si en un futuro se produjeran manifestaciones clínicas de inestabilidad, la decisión debería ser revocada y el enfermo intervenido de su lesión de ligamento cruzado anterior.
5. ¿Cómo sabemos que está roto?
La historia clínica señala antecedentes de traumatismo acompañado de torcedura de la rodilla tras la cual, y durante las primeras horas, se produce dolor e inflamación. Una punción de la rodilla con hemartros (derrame de sangre en la articulación) supone en el 80% de los casos una rotura del ligamento cruzado anterior.
Resonancia magnética (RMN) donde se aprecia una rotura del ligamento cruzado anterior.
En enfermos que han sufrido lesiones ligamentosas y meniscales la reparación de las mismas es imprescindible para la conservación del cartílago articular. En consecuencia, la precocidad en la reparación de las rodillas inestables (lesiones ligamentosas) o con clínica de lesiones meniscales, es importante para la conservación del cartílago articular.
6. ¿Por qué se opera el ligamento cruzado anterior roto?
El objeto del tratamiento será evitar los episodios de inestabilidad articular que puedan aparecer durante las actividades físicas.
Por lo tanto, tendremos que considerar candidatos a la cirugía a aquellos pacientes que presenten síntomas de inestabilidad anterior de rodilla durante la exploración.
Una inestabilidad articular de la rodilla produce cambios degenerativos tempranos (Daniel- Fritschy). No obstante, otros pacientes con un ligamento cruzado anterior afectado pueden ser asintomáticos y estar libres de cambios degenerativos sin cirugía si las demandas articulares son pequeñas (Buss).
Por lo tanto, habrá que tener en cuenta algunos parámetros a la hora de indicar la cirugía (J. Vaquero Martín):
EDAD
Es poco probable que los pacientes jóvenes modifiquen su actividad. En estos casos, la cirugía reconstructiva del ligamento es la mejor elección, además de ser una indicación universalmente aceptada. El umbral por encima de los 45 años no debe ser una contraindicación si nos encontramos con pacientes activos y sin signos de gonartrosis importantes que presenten episodios de inestabilidad recurrentes.
LESIÓN MENISCAL
En ocasiones aparece una lesión meniscal en un paciente que había tolerado hasta ese momento la falta del ligamento cruzado anterior. Esto nos debe inclinar hacia la recuperación quirúrgica (sobre todo si es posible realizar una sutura de la lesión del menisco) ya que la extirpación del cuerno posterior aumenta la inestabilidad de la rodilla y favorece la aparición de episodios de fallo articular causante de los fenómenos degenerativos.
TIEMPO
Los estudios comparativos parecen indicar que practicar la cirugía tres semanas después del accidente disminuye el riesgo de rigidez articular (Meighan). Sin embargo, el tiempo no es un factor importante para que haya desaparecido el edema y la rodilla recupere el arco de movilidad completo.
7. ¿Qué técnica aplicamos en nuestro servicio?
Generalmente proponemos la sustitución del ligamento cruzado anterior roto por el tercio central del tendón rotuliano, una técnica llamada H-T-H (hueso-tendón-hueso). El procedimiento extrae del propio paciente o de un donante (aloinjerto) el tercio central del tendón rotuliano a fin de sustituir el ligamento original.
Tal y como aconseja la literatura médica, dejamos pasar 2 o 3 semanas desde el accidente para disminuir el número de complicaciones.
En la actualidad realizamos:
1. Reconstrucción con un fascículo único de tendón rotuliano con una inclinación con la meseta tibial determinada.
2. Perforamos el túnel femoral a través del portal anteromedial para lograr una mejor ubicación de la plastia en el fémur.
3. Fijamos la plastia con tornillo interferencial, lo que procura una fijación muy solvente de las pastillas óseas en los túneles tanto femoral, como tibial.
4. Excavamos los túneles óseos, de dentro hacia fuera para lograr una mayor precisión y una menor deformidad que reduzca el efecto de oscilación de la plastia del túnel óseo.
El buen resultado de un injerto para sustituir el ligamento cruzado anterior depende de su colocación y, por lo tanto, también de la posición de los túneles en la tibia y el fémur. De esta forma conseguiremos que la tensión del injerto sea similar, en cada grado de flexión, a la del ligamento original. La posición
de los túneles determina los puntos de inserción de las plastias, por lo que resulta el factor más influyente en el resultado.
El error más frecuente en la reconstrucción del ligamento cruzado anterior por vía artroscópica (Hame) es la colaboración de un túnel muy anterior en la escotadura femoral, lo que producirá una tensión muy elevada del injerto durante la flexión articular.
Algunos cirujanos recomiendan la isometría intraoperativa para prevenir fuerzas excesivas del injerto durante la flexión articular.
La forma cónica del ligamento cruzado anterior es difícil de sustituir por un injerto cilíndrico de 10 mm de diámetro (Howell). Esto hace necesaria la correcta elección del punto de inserción del injerto.
En función del nivel de actividad, sexo, índice de masa corporal, etcétera… podemos indicar al paciente las diferentes técnicas quirúrgicas (GraftLink) realizadas con aloinjertos. Habitualmente tienen una recuperación mucho más rápida, siendo estéticamente mucho más aceptables.
En el transcurso de la consulta, le indicamos al paciente cuál es la técnica más apropiada para su caso.
8. ¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes tras la cirugía?
Todas las cirugías articulares requieren un tiempo de readaptación con fisioterapia y una integración paulatina a las actividades cotidianas y deportivas.
En el caso de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior, esta nunca debe ser inferior a los seis meses si se pretenden conseguir niveles funcionales similares a los previos los de su rotura.
Después de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior se produce una debilidad del cuádriceps, con diferencias mayores que sobrepasan el 20% de fuerza entre ambos lados. Esta debilidad muscular puede producir alteraciones en la marcha que comprometen la acción de los músculos de las extremidades inferiores a la hora de responder adecuadamente a la fuerza de reacción del suelo y, en consecuencia, poner en peligro la integridad de la plastia mientras el cuádriceps no haya recuperado su potencia habitual.
Plastia de ligamento cruzado anterior.
La posición incorrecta de los túneles tibial y femoral, es la causa más frecuente de las complicaciones técnicas en las plastias de ligamento cruzado anterior con fascículo único (George).
La cirugía de la rotura del ligamento cruzado anterior con plastias de sustitución ha presentado un alto porcentaje de buenos resultados en la literatura médica, aunque también se han señalado algunos problemas como el dolor persistente e inestabilidad en los seguimientos. Se ha publicado que hasta un 30% de los intervenidos requieren una segunda cirugía cinco años después de la primera intervención (Bach-O’Neill -Otero-Scaglione) y entre un 11% y un 50% de los operados desarrollarán una artrosis en la rodilla intervenida (Liden-O’Neill); aunque, sin lugar a dudas, el dolor anterior de rodilla es el problema más frecuente en este tipo de intervenciones (Shino-Aglietti-Plancher).
En una revisión sistemática (Lewis) de 1024 reconstrucciones de ligamento cruzado anterior con fascículo único asociados a 495 roturas meniscales, 95 lesiones condrales y dos roturas del LCP, el índice de complicaciones fue del 60% y, la rotura del injerto, del 4%. Restricciones en la flexión y extensión tuvieron lugar en 9 de los 11 estudios analizados, mientras que los cambios degenerativos articulares se observaron en el 7% de los seguimientos.
Infección y tromboflebitis figuran también entre las complicaciones más frecuentes que hemos de prevenir. La rigidez articular debe evitarse adaptando un programa de recuperación-readaptación realizado a la medida de cada paciente.
9. ¿Es importante conservar los meniscos?
Para obtener un resultado a medio plazo, es muy importante poder suturar las lesiones meniscales que pudieran presentarse asociadas a la lesión del ligamento cruzado anterior.
Como consecuencia, la intervención no debe demorar más de cuatro semanas, pues es cuando las suturas meniscales tienen la mejor tasa de éxito.
El registro nacional noruego de pacientes intervenidos de una rotura del ligamento cruzado anterior, entre 2004 y 2006, demostró que de 3475 pacientes el 26% tenían lesiones del cartílago, el 47% roturas meniscales y un 15% presentaban ambas. Además, calcularon que la lesión del cartílago en una rodilla adulta aumenta un 1% por cada mes que transcurre, desde que se produce la lesión hasta el día de la cirugía. Además, concluyeron que las lesiones de cartílago son dos veces más frecuentes si hay una rotura meniscal y viceversa.
Sutura meniscal mediante técnica dentro-dentro.
En una revisión sistemática para determinar la relación entre artrosis de rodilla y rotura o reparación del ligamento cruzado anterior, Iestad t al observaron en 7 estudios prospectivos y 24 retrospectivos que la prevalencia de artrosis en pacientes con rotura aislada del LCA estaba entre 0% y 13%. Para los pacientes con rotura de LCA y lesión meniscal, la prevalencia se situó entre el 21% y el 48%.
10. ¿Cómo son los resultados tras la cirugía?
La cirugía del LCA es una de las más frecuentes y mejor conocidas de entre todas las técnicas que se realizan en cirugía ortopédica. Se ha convertido en una cirugía rápida, por vía artroscópica, con excelentes resultados. Basta revisar las publicaciones de centros con más de 40 años de experiencia para ver cómo ha evolucionado la técnica y cómo ha aumentado también el número de pacientes intervenidos.
No hemos dejado de señalar algunos problemas y complicaciones, pero esto no es óbice para reconocer el alto porcentaje de muy buenos resultados y de integración rápida del paciente en la vida laboral y deportiva. Tan solo hemos de observar su repercusión entre deportistas de élite que, después de unos meses de inactividad, vuelven a su práctica deportiva.
BILIOGRAFÍA
¿POR QUÉ HACEMOS UN HAZ SIMPLE Y NO UNO DOBLE?
• Las reconstrucciones de Ligamento Cruzado Anterior con Doble haz dan resultado similar a las de haz simple. In vitro and intraoperative laxities after single-bundle and double-bundle anterior cruciate ligament reconstructions. Hemanth R.Gadikota, M.S., Jong Keun Seon, M.D., Chih-Hui Chen, M.D., Jia-Lin Wu, M.D. Thomas J. Gilí, M.D., and Guoan Li, Ph.D.
• El control de la rotación de la tibia es similar in vivo con haz simple y haz doble. Tibial rotation under combined in vivo loading after single-bundle and double-bundle anterior cruciate ligament reconstruction. Alexander Tsarouhas, M.D., Ph.D., Michael Iosifidis, M.D., Ph.D., Giannis Spyropoulos, M.Sc, Dimitrios Kotzamitclos, M.D., Themistoklis Tsatalas, M.Sc. y Giannis Giakas, Ph.D.
• La Asociación de Artroscopia de Norteamérica de Robert W. Metcalf de un estudio del año 2009. Pautas quirúrgicas en casos de cirugía artroscópica. John Redfern, M.D., and Robert Burks, M.D.
• La ventaja de hacer un doble fascículo debe ser conseguir una mejor estabilidad rotacional. Double-bundle arthroscopic reconstruction of the anterior cruciate ligament: does the evidence add up? Longo UG, King JB, Denaro V, Maffulli N. J Bone Joint Surg Br. 2008; 90:995-9.
¿POR QUÉ UTILIZAMOS TENDÓN ROTULIANO?
• Las creencias, conocimientos de los miembros de la Academia de Ortopedia de los cirujanos americanos en cuanto al tratamiento de lesiones del ligamento cruzado anterior. Robert G. Marx, M.Sc, F.R.C.S.C., Edward C Jones, M.D., Michael Ángel, B.S., Thomas L. Wickiewicz, M.D., and Russell F. Warren, M.D.
Según datos de la Sociedad Francesa:
1. Laxitud anterior residual.
La plastia del tendón rotuliano es la que mayor estabilidad proporciona a la rodilla.
2. Roturas de las plastias.
La plastia del tendón rotuliano es la que menos roturas sufre.
• Xerogenes, se atreve a promocionar el injerto de tendón cuadricipital como el injerto del futuro, por su comodidad de extracción y características, para deportistas con el ligamento cruzado anterior roto. Quadriceps Tendon Graft for Anterior Cruciate Ligament Reconstruction: The Graft of the Future! Xerogeanes JW. Arthroscopy. 2019; 35:696-7
¿POR QUÉ HACEMOS EL TÚNEL A TRAVÉS DEL PORTAL ANTEROMEDIAL?
• La laxitud de la rodilla se controla mejor con portal perforado por vía anteromedial. Magnetic resonance imaging evaluation of knee kinematics after anterior cruciate ligament reconstruction with anteromedial and transtibial femoral tunnel drilling techniques. William W. Schairer, B.A., Bryan D. Haughom, B.S., Lee Jae Morse, M.D., Xiaojuan Li, Ph.D. y C. Benjamin Ma, M.D.
• Escariado de Portal Transtibial Frente al de Portal Anteromedial en la Reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior: Evaluación Anatómica y Biomecánica de la Técnica Quirúrgica. Transtibial versus anteromedial portal reaming in anterior cruciate ligament reconstruction: an anatomic and biomechanical evaluation of surgical technique. Asheesh Bedi, M.D., Volker Musahl, M.D., Volker Steuber, M.D., Daniel Kendoff, M.D., Dan Choi, B.S.E., Answorth A. Allen, M.D., Andrew D. Pearle, M.D., and David W. Altchek, M.D.
¿POR QUÉ UTILIZAMOS, CUANDO ESTÁ INDICADO, ALOINJERTOS LIGAMENTOSOS PARA LA SUSTITUCIÓN DEL LIGAMENTO?
• Las plastias procedentes del propio enfermo (autólogas) y las procedentes de un donante (heterólogas) tienen resultados idénticos. Comparison of human tengo allografts used in knee reconstruction. Klimkiewicz, John J.; Samsell, Brian J.; Riff, Andrew; DeBerardino, Thomas M.; Moore, Mark A.
• ACL Two-Stage Revision Surgery: Practical Guide. João Espregueira-Mendes, Hélder Pereira, Alberto Monteiro, Joaquim Miguel Oliveira, Rui Luís Reis, Pedro Luís Ripoll and Neil Thomas.
10 Preguntas clave sobre el ligamento cruzado posterior
1. ¿Qué es el ligamento cruzado posterior?
El ligamento cruzado posterior (LCP) es un cordón fibroso y resistente que se extiende desde el área intercondílea posterior de la tibia hasta el cóndilo medial del fémur, insertándose en su cara lateral.
Su tamaño es casi el doble que el del ligamento cruzado anterior, y junto con él, forma parte del pivote central de la rodilla.
Imagen del ligamento cruzado posterior
2. ¿Cuál es su función?
Su función consiste en evitar el deslizamiento posterior de la tibia y el del fémur hacia delante cuando la rodilla se flexiona.
Actuando de forma coordinada con el ligamento cruzado anterior, proporciona estabilidad rotacional a la rodilla.
RMN de ligamento cruzado posterior
3. ¿Cómo se produce la rotura de ligamento cruzado posterior?
El mecanismo más frecuente es un golpe directo en la cara anterior de la rodilla cuando ésta está flexionada. Es común en los accidentes de tráfico o en las caídas sobre la rodilla cuando se produce un desplazamiento posterior de la tibia en relación al fémur.
Reconstrucción del LCA mediante la técnica Hueso-Tendón-Hueso (HTC).
4. ¿Cómo se diagnostica?
La historia clínica es parte fundamental en su diagnóstico. También lo es la prueba del cajón posterior: esta es realizada con la rodilla en flexión, donde resulta muy evidente el desplazamiento de la tibia hacia atrás en relación con la rodilla contralateral.
Resultan de máxima utilidad también las imágenes que proporciona la resonancia magnética. En la actualidad utilizamos el sistema Go5D para un diagnóstico objetivo. Mediante pruebas biomecánicas dinámicas, podemos diagnosticar el desplazamiento posterior de la tibia que ocasiona la rotura ligamentosa así como cuantificarlo y, en consecuencia, predecir su posible repercusión funcional.
Diagnóstico radiológico:
Radiografías en estrés (figura 1)
Examen clínico (figura 2)
• Examen ACL PCL
• Estrés en varo
• Reverse Pivot Shift
• External Rotation Recurvatum
• Dial test (30deg-PLC / 90deg-PLC+PCL)
5. ¿Cuándo es necesario operar la rotura del ligamento cruzado posterior?
Hasta hace pocos años, se pensaba que la reparación quirúrgica del LCP no era necesaria en ningún caso. Sin embargo, en la actualidad, esta afirmación está cada vez más en tela de juicio.
La tendencia actual es la de reconstruir el ligamento, especialmente en personas jóvenes y activas en las que el cajón posterior de la rodilla (es decir, el desplazamiento posterior de la tibia en relación al fémur) supere los 6 mm.
6. ¿Cuál es la técnica quirúrgica recomendada para su reparación?
En nuestro servicio utilizamos la técnica quirúrgica artroscópica para sustituir el ligamento lesionado por un aloinjerto, es decir, un tendón procedente de un donante.
7. ¿Cuál es el postoperatorio recomendado?
Mantenemos inmovilizada la rodilla con una férula articulada desde la ingle hasta el tobillo. De manera complementaria, sitúa a la tibia en ligero cajón anterior.
Durante un periodo de 15 días estrictamente se deben aumentar de forma progresiva los grados en los que permitimos la flexión.
Así mismo, utilizamos el artromotor para aumentar la flexión de la rodilla de forma progresiva y cuidadosa. Es necesario mantener la férula protectora durante un período aproximado de 4 a 6 semanas.
8. ¿Son frecuentes las lesiones asociadas de ligamento cruzado anterior y posterior?
La asociación de la lesión de ambos ligamentos cruzados de la rodilla es estadísticamente poco frecuente. Siempre que suceda hemos de descartar posibles lesiones vasculares.
En nuestro servicio realizamos el tratamiento quirúrgico diferido durante, al menos, dos meses. Empleamos siempre aloinjertos para sustituir tanto al LCA como al LCP. La técnica se realiza sistemáticamente usando la artroscopia, siendo el periodo de rehabilitación similar a la lesión aislada del LCP.
9. ¿Cuáles son las lesiones que másfrecuentemente se asocian a las del LCP?
Las lesiones que con más frecuencia se asocian a la de ligamento cruzado posterior son las del ángulo postero lateral de la rodilla. Estas lesiones, junto a la del ligamento cruzado posterior, proporcionan una inestabilidad rotatoria posterolateral que empeora notablemente el pronóstico. Las lesiones posterolaterales se asocian en un 27% de los casos a la lesión del LCP. Al pasar desapercibidas y, en consecuencia, no poder proceder a su reparación, será causa frecuente del fracaso de la técnica quirúrgica.
10. ¿Son buenos los resultados de la reconstrucción del LCP?
En la actualidad hay estudios médicos con un seguimiento de diez años como los de Hermans y Jackson que evalúan de forma muy positiva la reparación de la lesión aislada del ligamento cruzado posterior.
Empeora el pronóstico la existencia de lesiones asociadas en los meniscos y el cartílago articular, así como el hecho de que se vea afectado el ángulo posterolateral de la rodilla y concurra en una inestabilidad rotacional posteroexterna.
No existen evidencias clínicas de que la reconstrucción con doble fascículo sea superior a la de un solo fascículo.
CONCLUSIÓN
En nuestro servicio recomendaremos el tratamiento quirúrgico de la rotura del LCP a personas jóvenes y activas con una inestabilidad posterior superior a 6 mm en las que exista repercusión sintomática.
Cuando se den lesiones asociadas, tanto en los meniscos como en el cartílago articular, así como en el ángulo postero externo de la rodilla, procederemos siempre a su reparación. De no hacerlo, empeoraremos de forma notable el resultado de la intervención quirúrgica.
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Técnicas quirúrgicas ligamento cruzado posterior
Vídeo
Arthrex Inlay PCL Reconstruction with Arthrex® PCL TightRope®
El ligamento anterior lateral o ligamento anterolateral es una banda fibrosa que discurre desde su inserción próxima en el borde distal del epicóndilo femoral y se dirige de forma oblicua hacia el extremo próximal de la tibia, donde se instará a la mitad de la distancia entre el tubérculo de Gerdi y la cabeza del peroné.
Diagnóstico clínico
Clínicamente, su reconstrucción está aconsejada cuando la inestabilidad que produce la ruptura del LCA tiene un claro componente rotacional. El Dr. Paul Second describió una avulsión ósea en el tercio proximal de la tibia, que es visible radiológicamente en muchos casos de rotura del ligamento anterolateral.
10 Preguntas clave sobre el ligamento lateral interno
1. ¿Qué es el ligamento lateral interno?
El ligamento lateral interno es una estructura acintada que recorre la cara interna de la rodilla, desde el fémur hasta la tibia, protegiendo a la articulación cuando sufre un estrés en valgo, es decir, cuando se ve forzada hacia afuera.
2. ¿Cuántos fascículos lo componen?
El LLI está compuesto por el fascículo superficial y el fascículo profundo que, a su vez, está unido a los meniscos por el ligamento menisco-femoral, el ligamento menisco-capsular y el ligamento menisco-tibial.
Esta unión, entre el ligamento y el menisco interno, es de una gran importancia, puesto que frecuentemente se asocian lesiones del ligamento lateral medial en su fascículo profundo y del menisco interno.
3. ¿Qué es el punto de ángulo postero-medial?
Es la esquina postero interna de la rodilla constituida por el segmento posterior del menisco interno, el ligamento poplíteo oblicuo y un tendón semimembranoso y una condensación de la capsular. Dicho ángulo, tiene gran importancia, puesto que, con frecuencia, resulta afectado en las lesiones de la pared interna de la rodilla.
4. ¿Cuál es la función del LLI?
Es la estructura principal que resiste a las torceduras en valgo de la rodilla. Concretamente, a 25 grados de flexión supone el 78 por ciento de la resistencia de la rodilla frente a las torceduras en valgo.
5. ¿Existe sinergiamecánica entre LLI y LCA?
Sí. Cuando la torcedura en valgo de la rodilla se produce con la pierna en extensión a la función estabilizadora del ligamento lateral interno, se une de manera muy significativa el LCA. Así pues, cuando la torcedura en extensión es muy importante, pueden resultar lesionados ambos.
6. Diagnóstico clínico de la lesión aislada del LLI
Su diagnóstico clínico se caracteriza por una tumefacción localizada en el trayecto del ligamento con ausencia de tumefacción generalizada en la rodilla.
Realizamos al paciente una maniobra en valgo a 30º de flexión de la rodilla. En esta situación, una apertura de la articulación de alrededor de los 5 mm significará una lesión aislada del LLI.
7. Diagnóstico clínico de lesión de LLI y elpívot central
La rodilla presenta una tumefacción generalizada tras el traumatismo en valgo que se corresponde con una hemartrosis de la misma. Cuando realizamos sobre la pierna una maniobra en valgo, la articulación de la rodilla experimentará una apertura importante de alrededor de 10 mm, lo que se traducirá en una lesión del ligamento o, más raramente, del ligamento cruzado posterior (LCP). Simns ha demostrado que las inestabilidades Grado III de rodilla estaban asociadas en un 81% de los casos en una lesión del pívot central.
8. ¿Diagnóstico radiológico?
Realizamos sistemáticamente radiografías en carga y en estrés mecánico, así como resonancia magnética.
9. Resultados
Cuando el tratamiento es ortopédico en las lesiones de Grado I y Grado II, se mantiene una férula articulada durante un período aproximado de seis semanas, permitiendo la flexión desde la segunda semana. Los resultados son excelentes.
En lesiones de Grado III, que se corresponden con inestabilidad en valgo superior a 10 mm hay que sospechar siempre que existe una lesión del pívot central. En estos casos, solo con la reparación quirúrgica del pívot central (asociada a una inmovilización) obtenemos con frecuencia un excelente resultado.
10. ¿Cómo es el postoperatorio?
En ambos casos, en lo que se refiere al LLI bastará con una inmovilización a los movimientos varo y valgo.
El aparato extensor de la rodilla está formado por cinco estructuras: el músculo cuádriceps, el tendón del cuádriceps, la rótula, el tendón rotuliano y la tuberosidad anterior de la tibia.
El tendón rotuliano es un cordón fibroso de 6 mm de espesor, 30 mm de ancho y 43 mm de largo que conecta dos estructuras óseas: el polo inferior de la rótula y la tibia.
Lesiones más frecuentes
Tendinitis/Tendinosis
Son procesos degenerativos del tendón que pueden originarse por esfuerzos repetitivos que generalmente implican el salto o enfermedades sistémicas como lupus, artritis reumatoide o el abuso de los corticoides, especialmente infiltrados en la estructura del tendón.
Su tratamiento es conservador.
Rotura del tendón
Se produce por una contracción brusca del tendón del cuádriceps que desgarra las fibras del tendón. Si cuando el porcentaje de rotura de fibras es significativo procederemos al tratamiento quirúrgico
Diagnóstico
Clínico
• Dolor agudo y chasquido, generalmente en el polo inferior de la rótula.
• Dolor a punta de dedo en la zona afectada del tendón, donde es posible palpar claramente una discontinuidad.
Radiológico
• Tanto la ecografía como la resonancia magnética son útiles para el diagnóstico del cuadro clínico.