Fue hace 50 años; justo mientras Los Rolling Stones debutaban en Londres. Corrían los primeros años de la década de los 60 cuando los estudiantes de la Universidad de Granada Eduardo López-Huertas, los hermanos Carlos, Fermín, Álvaro y Javier Sánchez de Medina y el batería Pacuqui Guardia formaron aquel maravilloso conjunto que tantas noches nos deleitaron en la ya desaparecida Sala de Fiestas de los Jardines Neptuno. Enseguida calaron entre la juventud las preciosas letras de las canciones escritas la mayoría por la poeta granadina Esperanza Clavera, aquella guapa estudiante de Filosofía y Letras que alternaba sus estudios con su enorme afición a la poesía y al teatro; todavía recordamos su paso por el Teatro Español Universitario (TEU) dirigido por el granadino José Martín Recuerda. Hoy guardan las bibliotecas las Poesías Completas de Esperanza Clavera publicadas por la Diputación de Granada en la Colección Genil (2012).

Fue ciertamente Esperanza Clavera la autora de muchas de las canciones a las que ponía música el hoy catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia y entonces bajista y pianista del grupo Fermín Sánchez de Medina, las que hicieron célebres a los Windy’s: Cuando mueran las hojas, Oh! Loreley, Aunque no estés, etcétera y con las que grabaron sus dos primeros EP fichados por la Casa Fontana de Madrid en mayo de 1963. Unos años después, en 1968, los nuevos Windy’s cambiarían su marca discográfica pasando a la casa Belter, la misma en la que grababan Víctor Manuel y Manolo Escobar.

Celebramos ahora el 50 aniversario de aquellas primeras grabaciones de este grupo formado inicialmente por los cuatro hermanos gaditanos, Pacuqui y la voz inconfundible del solista jienense Eduardo ‘Choya’ al que algunos llegaron a comparar con José Guardiola. Al grupo se fueron uniendo después otros conocidos músicos: Miguel Quirós, Pepín Martín-Vivaldi, Rafael Ruiz, José Pérez, Manuel Gaspe, Juan Castro, etcétera, porque el conjunto tuvo luego larga vida alterando su composición aunque no su calidad.

La espléndida voz de Eduardo, su buen parecido aspecto, la peculiar forma de acariciar el micro y la calidad musical de los acompañantes hicieron famoso al grupo que pasaría por ser el más prestigioso del momento, razón por la cual fueron llamados a Televisión Española al programa musical de mayor audiencia, presentado por el popular Torrebruno. Igualmente fueron varias las artistas más famosas del momento las que reclamaron el acompañamiento de Los Windy’s: las granadinas Gelu, Lí Morante y la inolvidable madrileña Rocío Dúrcal.

Se da la curiosa y simpática coincidencia de que ahora, 50 años después, Carlos Sánchez de Medina, el hijo menor del entonces bajista y pianista de los Windy’s, Fermín, suele acompañar en sus giras y también como bajista precisamente a la hija de Rocío Dúrcal, Shaila. Son las vueltas que da la vida, pero que si no se recuerdan acaban en etéreos giros que se lleva el viento.

Viven aún, y sea por muchos años, aquellos iniciales componentes de Los Windy’s que nos alegraron la juventud en la década de los 60 y que gracias a sus melódicas y enamoradizas canciones tal vez más de uno sea ahora abuelo.

Así empezaba la más popular canción de Los Windy’s escrita por la ‘Musa del grupo, Esperanza Clavera, y que bailamos más de uno: Cuando mueran las hojas recuerda/ que no puede morir nuestro amor/ y que el viento de otoño me lleva/ junto a ti, amor, amor.

Sirva este recuerdo para evocar a los músicos granadinos que hace 50 años nos hicieron agradable la vida; desde Los Ángeles a Miguel Ríos, pasando por Gelu, Los Tres de Granada, Paquito Rodriguez, Valen, Lí Morante, Julián Granados y un largo etcétera que nunca olvidaremos.